viernes, 16 de febrero de 2007

cuando el vecindario duerme

Casi siempre me acuesto de madrugada.
Paso la continuidad de las horas parcas
a oscuras,
paso la oscuridad de las horas ajenas
en mi propiedad.

Si es cierto, me he adueñado
del sentido incorrecto ante los que duermen.


-robo de vez en cuando un bostezo o un letargo-


Cimbro mi elocuencia por las tinieblas
y eso me hace un duende por las cuentas de un escapulario.


Y me digo: como pasan las horas
estremeciendo su tic tac por este lúgubre horario.


Digo a veces:
¿Dormirá el vecindario o solamente se agrupan
bajo el temple de dos sábanas donde no pueda verlos,
cuando hacen el amor a cambio?


Digo con duda:
¿Será que las cobijas de este prójimo
se han vuelto del sueño un mercenario?


Digo sin duda:
¿De qué me preocupo realmente?
si el sueño es como un bote a la deriva
sin el ancla de los almohadones...
y el tabernero de mi calle asume:
si hay clientes pues hay que cerrar
hasta que el borracho esgrima.


- Y así la llevamos-
El reloj, la oscuridad
las pretensiones de mi esquina
y mis letras que nunca deciden cuando hay que ir a la cama.





Milwaukee, Wisconsin.


Jose Joel Rios

Copyright © 2004-2007


1 comentario:

Anónimo dijo...

"...Casi siempre me acuesto de madrugada.
Paso la continuidad de las horas parcas
a oscuras,..."

...pasan las horas poeta escalonando versos, afinando historias y plasmando en tus ventanas la veta de tu creación...abro mis ojos de madrugada y me dejo llevar por tus pupilas en movimiento...unas veces en do mayor y otras en re menor deshojanfo partituras a la luz de la imaginación!, mi abrazo en esas noches insomnes de tu patria!

Feli.