domingo, 18 de enero de 2009

americanismo abstracto

Cuando la tarde empieza a lamer
los primeros focos que se encienden
volando por una carretera delgada de luz
paralela a las cosas negras
ahí están los hombre de candil y edad

contando sus canas como billetes anónimos
apagándose a tientas
sobre un féretro de actos sin vivir…

Enero anuncia los días a despojos
mientras la ciudad atisba al nuevo presidente
que vendrá a gobernar nuestras agonías
y a dormir nuestros sueños triviales
después de una pesadilla laboral;
donde vendrá
a derrumbar con prosas labradas desde su lengua
ese imaginario muro que erigió un Bush
con rifles y soldados
bajo el desierto que arde en un asma de petróleo
al este de unos huesos inalámbricos.

Enero se desprende del calendario
como un pellejo seco de una herida catalizada
ahumando el oneroso vicio de la movilización
insensible a las calles que manipulan autos
renqueando baquelita y caucho y mujeres extranjeras.

La ciudad se destempla en paridad
y desliza cuencas de neón sobre la gente
como una larva sin ruido
entrando por el puerto de las preguntas vanas
donde un hechizo nos abre la piel
y nos tapa los ojos con un conjuro de paño poético.

Hay soledad a esta hora crucial
e incertidumbre
cuando las brujas de la nube bajan al lago de mi incomprensión
volando por los corredores de este invierno
en una escoba de poemas negros
alternos y fríos
certeros y habitados en una noche
que apenas
empieza a contemplarnos como hijos ajenos.

Enero enciende 18 focos este día
como haciéndonos un préstamo sin garantías…



Milwaukee, Wisconsin
Jose Joel Rios