sábado, 23 de enero de 2010

poesía transparente

veo temblar el cielo,
veo caer descalza la mar,
veo verticales de agua muerta
deshilando sus hilos cristalinos, descosiendo nubes.

Veo resbalar llanto de cristales
y ese líquido genérico que remoja los contornos:
de la tierra, del estupor. De la embelesada causa.

Ya nada detiene el acaecer
se desmiembran sus ojos y sus blandos párpados se remojan.
Al caer escarba el suelo con sus uñas de gotas
mordiendo los paraguas, las banquetas con sus dientes de a chorros.
Un racimo de aguas
cae maduro de péndulos, de brisa,
de él,
de monotonía de átomos, de oraciones hincadas en el lodo.

!Escucho un suicidio relampaguear!
y miro caer sus huesos transparentes.

Lebanon, Indiana.

sábado, 9 de enero de 2010

página nocturna



La noche iza
un periscopio de piernas largas.
-Sobre el tropel de los claroscuros:
caen la nieve y sus migajas...
mi inquietud tirita;
son las diez de esta lápida nocturna
donde un niño come el pan suave del tiempo
pasando impecable
sobre esta nuez de metrópoli.

Mis vocablos se desuellan,
sangra la piel blanca
hurtando la equivalencia
de este desierto demográfico.

Vástagos de hielo a hinojos
batiendo etéreas alas
por el doquier de esta inquisición de ahora.

Mañana:
me nacerá una cristalina cicatriz
y una costura de agua
reptará por el alba de mis labios.
(Timidez sobre los barandales,
trazos blancos sobre este vacío escéptico)

Benton Harbor, Michigan.