viernes, 25 de marzo de 2011

Bahía


El día proseguía
con su baño glauco sobre las olas.
Deletrean vaivenes a cada acoso:
La rima del viento que resuena sobre el vértice
de cada vientre absuelto de promesas y encuentros.
Tu y yo.
La arena justa en su estático mundo
declara un legado a su antojo.
El sosiego de perderme entre su espuma
nos delata. A ambos.

Yo diría: -Te amo sin que nos acosen
hasta la media noche. Aun no siendo yo,
lo suficiente para unas horas.
El tiempo seguirá sin nombre de autorretrato
por el doquier del mar. Ante las olas.
Posando estamos ante el juego paralelo
de la cámara que nos hurta un instante de la vida
con anatomía incógnita de tiempo.

Y el aire sopla y sopla
todos los contornos de lo deseado,
la copla del que visita la hora acostumbrada,
queriendo deshilar su presencia en ironía y
los cuerpos.
Sin que se escape nada. De lo interno.
Y tu de mi lado.
La tarde se anunció... sin perseguir a nadie
y a todos.

San Petersburg, Florida.
"La ciudad donde brilla el sol"
03-17-2011

domingo, 6 de marzo de 2011

piel a la deriva


El argumento de la piel se disipa por el agua.
Solos
nos mordemos la ira de los peces al ir cavando la corriente.
Cuesta arriba
nos duele el ir flotando
envueltos en un genérico río.
Cuesta bajo
se deshila la secuencia regalando heridas
sin que nadie nos cure esos labios de locura.

Hoy es viernes
y se alarga como etérea semana entre las cosas:
Un día perfumado sobre el vientre,
un acetato bajo la duna,
un diente magro al ajo y sus nudos,
un escorpión a la orilla del espacio,
un desdén por los filos de tu anglicismo.
Un siglo por tu anatomía.
Hay otros que presumen algo interno
como copia del sustento ajeno
comparando sangre por el tiempo...
Hombre a la deriva... el sueño es algo inevitable de cualquiera.
El argumento de la piel se disipa por el agua.

Knoxville, Tennessee