
La luna asume cualidades este día
presumiendo su lado azul,
y blanco
y brilloso
y lácteo;
su lado obeso, circunda mi flácida tristeza incolora.
Y seguimos blindados del corazón
cubriéndonos el pecho inmaterial
con cosas y palabras que esperamos
sacar de una caja de hipnosis colectiva.
Hablamos a medias en nuestra intimidad
como una soga de odio sin ejecutar
salvando a cuestas la memoria y el pellejo
por temor a desbocar la idea que nos indulte.
Porque somos nuestro propio olvido, imposible.
Afuera se queda nuestro intento de no fracasar
y adentro nuestro fracaso trilla cualquier otro empeño.
La luna asume cualidades este Diciembre
presumiendo su lado etéreo sin discernir.
Yo me quedo cavilando en lo ambiguo del color que nunca muestra; como advertencia.
Milwaukee, Wisconsin.