
Querida soledad:
Hoy,
que la lluvia cae como una retraída queja
brindándome ese exquisito rumor
que remeda golpes y gritos de rebelión,
donde en agrupada sinfonía
rompe a retazos el cristalino silencio
como un llanto desdentado
desde el fondo de esa agua abstracta en concepto,
hasta la explosiva contienda
de un vocablo en fatuidad.
Es cuando esta mísera retórica
intercede por mi memoria
y reconoce una victoria
y una derrota sustancial
por esa facultad que nos hace débiles
y de alguna forma:
usuales conceptos y concensos.
Donde la historia
se revela en un juicio de dos actos casuales
instruyendo a nuestro desamparo
a esquivar al mundo así nada más
O adoptar las secuencias que infieren
por el doquier de nuestra reprogramada identidad:
Una lágrima casual.
Es cuando:
podemos inspirar a nuestro instinto
y a la retina casual que nos inyecta el motivo
imitar esa caída al unísono de dos elementos, también...
Boston, Massachusetts