mi adiós no es renuncia

Antes que mi adiós
se haga una ilegible esquela.
Quiero decirte algo:

No he renunciado a vivir
ni finjo desaparecer.
Solamente trasciendo a otro nivel
anónimo e imperceptible a tus ojos.

Solo busca mi hiel
ese amparo que la tierra ofrece.
-aceptando todas mis flaquezas-

Donde mis labios se harán
partículas de arena
y mis besos designios alternos o simplemente ajenos.

Mi adiós no es renuncia:
solamente decreta
el sobreseimiento de mi caso.
-darle descanzo a mis sesos
y un viraje promiscuo a mis huesos-

Devolverle a la historia una biografía envuelta
en discretos harapos
jaspeados de parafina y una sonrisa de tiza.

Es empedrar mi túmulo de césped:
con un tejido transparente
inocuo a tus redenciones.

Más...
no se desvanecerá realmente;
solo se mudará mi trazo de limbo
y mi voz enmendará con mis reclamos
a la inusitada transferencia

"subsanando mis desquicios y mis sobras
con el mullir de los gusanos"
- Nutriéndose voraces de mi empedernida gloria -


Portsmouth, New Hampshire.

Jose Joel RiosCopyright ©

2004-2007

deuda invertebrada

Para mi:
es una contienda ambiental
de hojas y savia helada.
Un viento adversario
que nos hala de las ramas y del antojo común
que nos crispa de los aires
y nos inyecta una secta otoñal...

Nostálgicos colores
merodeando intactos por mis sienes
con ocres de maldad.

Fuegos que hilbanan
sociedades anticuadas y mediocres
con alas de madera y ceguera vegetal.

Urdiendo raíces autóctonas
sobre el limíte de mi yo y del tú; evadiendo el que dirán.

Para mí es una riña tierna
y un acecho virtual
cosiendo el derecho de mi izquierda
sin ningún privilegio o como lo ves tú?

Si para mí es una faena,
para la naturaleza creo que solo es una más
de sus urdimbres con proezas de otoño;
restregando aires de nobleza
por todos los árboles de esta alameda
que hoy lamen últimos vástagos
agonizando con nosotros y su verdad.

Invitando a la muchedumbre a un funeral de meses
como si le debieramos algo a las hojas.
-Bueno; son parodias que abogan
por ese sepulcro invertebrado en honor a Octubre. Verdad? -

Boston, Massachusetts

afonía del espacio

Cae un silencio
escoltando la brisa
enmudecida de trinos,
callada de hojas.
nieve incipiente
resbalando a migajas

- gélidos despojos
apaciguando la hierba que inerte se moja-

Entra una luz grisácea
por la hendidura de techos
desgarrando afonia en el espacio
-cuál hoja de acero afilada
exclamando agonía-

Canta en pasos sonoros
el mullir de la nieve,
quebrando la tarde en repliegues
(acicalando un frío cobarde)

Vibra el albedrio de cosas
aprisionadas al acto.
Invadiendo el pudor en sustancias
sobre cornisas alternas
con una muerte maldita y sencilla.

Soplan abúlicos:
vientos helados
al sentir el invierno en sus venas
silbando entre élites que bufan.
-atizando un fuego que no arde-

twin peaks
Milwaukee, Wisconsin.