
Hay voces en el espejo que
reducen mi curiosa ambrosía al asombro.
No puedo ubicarlas, no se si te ubico
o si estamos ubicándonos de algún modo.
Hay voces en el recodo del pertrecho
y hay infierno al lado de tu cuerpo. Como si frases nos delataran
y la nostalgia se comprara con pedazos de sulfuro.
-Un corazón parchado de hojarascas
hace valla al amanecer.
Tengo madera de homicida por un beso cualquiera
y una compasión de roble hacia el subyugo.
-Y tu eres una rama en la ensenada-
Hay voces en un vidrio ajeno que reducen
la mirada y tu lencería;
y este ojo no peca ni a distancia.
Pero al partir la noche en dos días me gano un año de locura.
Qué dijeras si al ir yéndome contigo, yo dijese a pleno riesgo
por la claridad del supuesto esqueleto transparente:
-Escucho cosas que me hablan al oído
y reflejan sus opacidades como un espejo en plena cordura?
Beardstown, Illinois.

Hay voces en el espejo que
reducen mi curiosa ambrosía al asombro.
No puedo ubicarlas, no se si te ubico
o si estamos ubicándonos de algún modo.
Hay voces en el recodo del pertrecho
y hay infierno al lado de tu cuerpo. Como si
frases nos delataran
y la nostalgia se comprara con pedazos de sulfuro.
-Un corazón parchado de hojarascas
hace valla al amanecer.
Tengo madera de homicida por un beso cualquiera
y una compasión de roble hacia el subyugo.
-Y tu eres una rama en la ensenada-
Hay voces en un vidrio ajeno que reducen
la mirada y tu lencería;
y este ojo no peca ni a distancia.
Pero al partir la noche en dos días
me gano un año de locura.
Qué dijeras si al ir yéndome contigo, yo dijese a pleno riesgo
por la claridad del supuesto esqueleto transparente:
-Escucho cosas que me hablan al oído
y reflejan sus opacidades como un espejo en plena cordura?
Jose Joel Rios.